¿Que es una patente y que no lo es? Propiedad intelectual en la investigación universitaria


 

Uno de los mitos mas comunes en el mundo académico es pensar que todo descubrimiento o invención puede patentarse. En reuniones con equipos de investigación es frecuente escuchar frases como: "esto lo deberíamos patentar", "¿Se puede proteger esta idea?", o incluso "¿donde se registra una teoría científica?".

Y si bien el interés por proteger los resultados de investigación es una muy buena señal, la verdad es que no todo conocimiento generado en la universidad es patentable. La propiedad intelectual es un campo amplio, con distintos mecanismos de protección, y cada uno tiene sus propias reglas, requisitos y límites.

En esta confusión, muchas veces se comenten errores importantes:

  • Se intenta patentar lo que no califica como invención
  • Se pierde tiempo y recursos en solicitudes mal enfocadas o que no corresponden al tipo de invención
  • Se deja sin protección resultados que si podrían haberse resguardado, por simple desconocimiento
En este artículo, quiero ayudarte a entender claramente qué es una patente, qué no lo es, y que otras formas de protección existen .

¿Qué es una patente? Y que no lo es

Una patente es un derecho exclusivo que el Estado otorga a una persona natural o jurídica sobre una invención. Ese derecho permite al titular excluir a terceros de fabricar, usar, vender o importar a invención sin su consentimiento, por un periodo limitado (generalmente 20 años desde la fecha de solicitud)

Para obtener ese derecho, la invención debe cumplir con tres criterios fundamentales:

1. Novedad: No debe haber sido divulgada en ningún lugar del mundo antes de la solicitud.

2. Nivel inventivo (no obviedad): No debe ser una solución evidente para un experto en la materia.

3. Aplicación industrial: Debe poder utilizarse en la práctica, debe ser de utilidad y resolver una necesidad.

Ahora bien, ¿Que no es una patente?

Muchas veces, se propone proteger elementos que no califican como invenciones patentables. Algunos ejemplos de lo que no puede ser patentado:
  • Teorías científicas o leyes de la naturaleza (ej. ley de la gravedad)
  • Descubrimientos de elementos naturales o fenómenos biológicos tal como existen en la naturaleza
  • Métodos matemáticos 

En ocasiones investigadores intentan patentar un "idea" su haber desarrollado todavía un prototipo o una descripción técnica suficiente. Sin esa base, no se considera una invención. En otros casos, se intenta patentar una nueva forma de enseñar, o un modelo educativo; si bien es valioso y de mucha utilidad, no es patentable, aunque si es protegible, mediante derecho de autor o como marca comercial, dependiendo del caso.

Por eso es importante tener en consideración que la patente no es el único mecanismo de protección. A veces se utiliza otra figura jurídica, o una combinación de mecanismos de protección.

¿Que otros mecanismos de protección existen?

Las patentes con el mecanismo de protección mas conocidos dentro a la propiedad intelectual, pero no es el único.  En muchos casos, el resultado de una investigación no cumple con los requisitos para ser patentado, pero si puede protegerse mediante otros mecanismos, cada una con su lógica y beneficios particulares.

A continuación los mas relevantes:

Modelo de utilidad

  • Es similar a una patente, pero se aplica a mejoras técnicas menores o adaptaciones prácticas de tecnologías existentes.
  • Requiere novedad y aplicación industrial, pero el nivel inventivo exigido es mas bajo que el de una patente.
  • Es adecuado para innovaciones funcionales que no implican un salto técnico radical.
Ejemplo: Adaptación de u sistema de riego convencional para que funcione con energía solar, en zonas de baja presión hídrica. No es una nueva tecnología, pero su mejora tiene utilidad directo y podría registrarse como modelo de utilidad.

Derecho de autor

  • Protege obras originales d carácter intelectual, como textos, software, bases de datos, publicaciones y material audiovisual
  • No protege ideas, sino la forma en que están expresadas
  • El registro no es obligatorio, pero recomendable para acreditar titularidad
Ejemplo: Desarrollo de un software de simulación para procesos térmicos en materiales. No es patentable, pero si puede ser registrado como obra computacional bajo derecho de autor

Secreto industrial
  • Es pertinente para información confidencial que tiene valor comercial o estratégico
  • Para que sea considerado secreto industrial, debe:
    • No se conocida públicamente
    • Tener valor económico, o ser de interés comercial y/o industrial
    • Estar protegida activamente (acuerdos de confidencialidad
      • No tiene registro oficial, pero requiere gestión documental y contractual clara
Ejemplo: Una fórmula para producir extractos naturales con actividad biológica. El equipo decide no patentarla, para no divulgarla, y mantenerla como secreto industrial

Diseños industriales y marcas
  • Diseño industrial: protege la estética o apariencia de un producto (no su función)
  • Marca: Protege signos distintivos como nombres, logotipos, colores, sonidos, etc.
  • Son especialmente relevantes para productos con salida comercial directa
Ejemplo: en equipo de investigación interdisciplinario desarrolla un dispositivo médico portátil y crea un nombre comercial e imagen visual para su lanzamiento. La tecnología se puede patentarse, pero la marca y el diseño industrial también pueden protegerse.

¿Cual elegir?

La decisión sobre qué mecanismo utilizar depende del tipo de resultado de investigación o tecnología, su nivel de madurez, su uso o aplicación y los objetivos de los equipos de investigadores y gestores tecnológicos.

En muchos casos, lo mas adecuado es una combinación de mecanismos:
  • Patente + marca
  • Modelo de utilidad + derechos de autor
  • Secreto industrial + acuerdo de confidencialidad + marca

Errores comunes al intentar proteger (sin asesoría)


En el entusiasmo por proteger una innovación, es fácil cometer errores que terminan limitando su potencial de transferencia o incluso dejando la invención desprotegida. Muchos de estos errores surgen por falta de información, por no consultar a tiempo a una oficina de transferencia tecnológica, o por confundir los conceptos jurídicos asociados a la propiedad intelectual.

A continuación, algunos errores comunes al intentar proteger una nueva invención o tecnología:

1. Intentar proteger "la idea" sin desarrollo técnico

Una creencia extendida es que una buena idea, por sí sola, puede ser patentada. Pero las oficinas de patentes no otorgan derechos sobre ideas generales: se requiere una invención desarrollada, con descripción técnica, funcionamiento detallado y al menos un ejemplo de implementación (aunque sea teórico).

Ejemplo: "Una maquina que recicle residuos plásticos de forma automática" es una idea interesante, pero no basta para solicitar una patente. Sin planos, componentes, metodología o prueba de funcionamiento, no cumple con los requisitos mínimos de patentabilidad.

2. Divulgar antes de proteger


Este es probablemente el error mas grave (y muy común). Muchos instigadores publican papers, presentan en congresos o o publican videos explicando su innovación, sin saber que esto puede invalidar la posibilidad de proteger como patente, ya que pierde el requisito de novedad.

Ejemplo: Un grupo desarrolla un nuevo biofertilizante a partir de residuos orgánicos. Presentan sus resultados en un seminario público y publican el resumen en la web de la universidad. Luego intentan patentar… pero el resumen ya forma parte del estado del arte. La invención dejó de ser “nueva”.

Consejo: Siempre consultar antes con la oficina de transferencia si se planea divulgar resultados que puedan ser protegibles.

3. Confundir mecanismos de protección

Es un pensamiento común que toda nueva invención se debe proteger como patente, o creer que proteger software  como derecho de autor impide que otros desarrollen una solución similar. Cada mecanismo tiene sus especificidades y límites

Ejemplo: Un equipo de ingeniería desarrolla un sistema de monitoreo ambiental con sensores y una app. Registran la app como derecho de autor, pero no protegen el algoritmo ni el diseño del dispositivo, que luego es replicado por otra empresa. Resultado: no tienen cómo reclamar exclusividad.

4. Presentar una solicitud de patente sin estrategia de transferencia


Proteger por proteger no tiene mucho sentido si no se considera qué se hará después con esa patente. Muchas veces se presenta una solicitud sin pensar en el mercado, sin conocer competidores o sin un plan de valorización.

Ejemplo: Se patenta una tecnología costosa de producir y sin interés comercial claro. La patente se mantiene por años, acumulando costos, sin lograr licenciamiento ni impacto.

¿Como evitar estos errores?


✅ Involucra a la OTTI/OTL desde el inicio del proceso.
✅ Evalúa si tu resultado tiene potencial de aplicación real.
No divulgues sin antes consultar.
✅ Considera siempre una estrategia de transferencia, más allá de la protección.
✅ Aprende a combinar mecanismos de protección según el tipo de resultado.

En el entorno universitario, la idea de "investigar para publicar" sigue siendo la norma. Pero si queremos que l ciencia genere u impacto real mas allá de las aulas y los congresos, necesitamos integrar la propiedad intelectual como parte natural del proceso de I+D.




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